Hoy he roto con él.
Empezó hace años, como algo fresco, iluso, una relación sin etiquetas. Vaya ingenua. Hacer sin esperar del otro. Por diversión. Jugábamos. Me gusta. No me gusta. Me gusta. No me gusta. Confié en que él me traería cosas buenas. Él era mis planes de futuro. Crecer juntos. Mejorar de la mano. Que él enseñase la vida a través de mis ojos. Él era lo primero que hacía al despertar y lo último que compartía por la noche. Cada día. Durante muchos años. Y la rutina no ha sido quién ha jodido nuestra relación, ha sido el puto narcisismo generacional. Y por eso hoy he roto con él. He roto con mi Instagram. @ginalalineruiz ya no existe. Y existió durante tanto, y me ha dejado tan poco. Ni memorias, ni recuerdos, nada. La cantidad de horas invertidas y lo poco que he sacado a cambio. Empezó en un viaje a Yakarta hace años mientras intentaba averiguar quien era y ha terminado en un tren en Inglaterra en mitad de una crisis existencial que parece que más de los que parecen, sufren una ve
